Trabajo en equipo
CONCEPTO DE EQUIPO:
Lo primordial que debe hacer un
maestro para entrar a desarrollar actividades de equipo es aclarar el
significado de este tipo de trabajo. La Secretaría de Educación del Distrito
precisa que esta competencia consiste en “Trabajar en coordinación con otros
según acuerdos y metas establecidas para lograr un objetivo compartido” (2004,
pg. 37); al mismo tiempo dice que lograr trabajar en equipo implica:
Un esfuerzo de concertación para
llegar a metas comunes, formas de trabajo y mecanismos para regular el
comportamiento. Trabajar en equipo no es estar reunidos en un espacio, en un
mismo momento; es compartir ideales, formas de trabajo e intereses, es contar
con un propósito común al que cada uno aporta.
Trabajar en equipo supone identificar
las fortalezas y debilidades del conjunto y no sólo de las partes y buscar
mecanismos para mejorar continuamente la dinámica que se da entre las personas
que lo conforman.
El maestro no solo debe tener
claridad sobre el concepto de trabajo en equipo, sino también, una vez lo
comprenda, lo debe proyectar a sus estudiantes de manera sencilla y clara,
apoyándose en el concepto de que el hombre es un ser social y por tal motivo al
aprendizaje depende en gran parte del prójimo, porque a través de él logra la
comunicación, el intercambio de ideas, y la construcción de conocimiento.
LA NECESIDAD DE TRABAJAR EN EQUIPO:
El trabajo en equipo se fundamenta en
la colaboración dado que el ser humano convive todos los días con personas
diferentes, circunstancia que lo conduce a desarrollar habilidades que le
permiten realizar trabajos con otros individuos. Dicha necesidad se puede
establecer desde los siguientes parámetros:
– La acción grupal suele ser más
segura y efectiva que la gestión individual o la simple adición de acciones
individuales.
– Mediante la colaboración, las
ayudas pedagógicas facilitadas a los estudiantes son más posibles de optimizar.
– La colaboración, mediante el
trabajo en equipo, permite analizar problemas que son comunes, con mayores y
mejores criterios.
– Exige entre los maestros que educan
el acuerdo en planteamientos comunes así como criterios y principios de
actuación suficientemente coherentes.
Estos requisitos son posibles con una
adecuada coordinación que proporciona la colaboración del trabajo en equipo,
dando como resultado la cohesión. En ellos se justifica esa condición como
mecanismo para proporcionar una atmósfera que anime a los alumnos a trabajar
con entusiasmo y sentimientos de propiedad y pertenencia respecto a la escuela;
la colaboración mediante el trabajo en equipo es un objetivo ineludible en la
educación por que desde allí se cultiva una necesidad social.
El trabajo en equipo en una institución
educativa va más allá de las acciones conjuntas con otro u otros, el propósito
es alcanzar un mismo fin desde todos los estamentos: directivos, profesores,
alumnos y padres de familia.
En este sentido la colaboración entre
docentes que comparten sus conocimientos sobre el trabajo dentro del aula sirve
para unificar criterios y proyectarse a los estudiantes, no solo para un
trabajo disciplinario de una sola asignatura, sino para realizar planes
interdisciplinarios donde se salgan de la rutina, ofreciendo mejores
herramientas y ambientes para la construcción de conocimiento, aspecto que
acercaría las prácticas a un aprendizaje significativo. Es importante tener en
cuenta que este modo de trabajo entre maestros presenta dificultades por las
distintas acciones que desarrollan dentro y fuera del aula los docentes; sin
embargo, para los estudiantes es significativo observar como un trabajo con
distintos profesores se vuelve emotivo al compartir recursos para alcanzar unos
propósitos específicos durante un período de tiempo determinado, que tiene como
características y requisitos principales los siguientes: a) Es voluntario. b)
Está establecido entre iguales; no existe predominio por parte de ninguno de
los profesores; se realiza en consonancia de circunstancias, independientemente
de rangos o situaciones administrativas. c) Se basa en la lealtad y en la
confianza. d) Implica, por tanto, un determinado tiempo escolar fuera de las
clases normales. e) Supone, a diferencia de la simple cooperación, realizar en
común, participativamente, el diseño de los objetivos que se pretenden alcanzar
o desarrollar; de igual manera acordar la metodología de trabajo y discutir y
evaluar en común el proceso y los resultados.
Con todo lo anterior, un equipo de trabajo consiste en una agrupación de personas trabajando juntas, que comparten percepciones, tienen una propuesta en común, están de acuerdo con los procedimientos de trabajo, cooperan entre sí, aceptan un compromiso, resuelven sus desacuerdos en discusiones abiertas; lo anterior, no aparece automáticamente, sino que debe irse construyendo poco a poco. Estamos hablando de una acción colaborativa donde la discusión no es el objetivo sino el medio.
PAPEL DEL PROFESOR:
El primero que se tiene que convencer
del trabajo en equipo es el profesor porque va a ser el motor y dinamizador de
las actividades. Parece claro que la tarea del profesor en relación con el
trabajo en equipo es fundamental para asegurar que éste funcione y se consiga
el aprendizaje y la satisfacción personal de todos sus miembros. Una
organización del aula que fomente el trabajo en equipo de los estudiantes
requiere del profesor aspectos como: planificación cuidadosa, liderazgo,
metodologías especiales, intervención diferenciada y análisis posterior a la
experiencia.
La planificación supone tomar
decisiones importantes. Estas decisiones merecen algún tipo de reflexión, como
el aprendizaje previo de los procedimientos y actitudes necesarios para la
colaboración. el grado en que el trabajo grupal forma parte de una actividad
compartida por un grupo de estudiantes y profesor. Los equipos conformados
pueden garantizar que surjan puntos de vista variados y contrastados, para que
la dinámica interactiva sea suficientemente rica. Un aspecto importante que a
tener en cuenta en la planificación es la composición de los grupos: ¿Hay que
intervenir en ella? ¿Hay que dejar que sean los estudiantes los que decidan con
quién desean trabajar? Como siempre, depende de los objetivos que se pretendan
conseguir. Sin embargo hay que rechazar la idea de que los únicos equipos que
funcionan son los que se forman espontáneamente. Por otra parte, sabemos que
los equipos heterogéneos permiten a los alumnos, además del contraste de
opiniones y argumentos, la convivencia con personas distintas, circunstancia
que favorece la adquisición de actitudes no discriminatorias. El profesor puede
intervenir en la formación de los grupos siempre que lo considere conveniente.
Mediante su intervención, el docente
puede propender a establecer buenas relaciones interpersonales; ayuda a
mantener la atención del equipo en el objetivo que se persigue y evalúa la
pertinencia de las acciones emprendidas para abordarlo; de igual manera
colabora para reconsiderar el ejercicio de ciertos roles como el del líder un poco
dominante o aquel que se deja imponer; puede, en fin, contribuir a que la tarea
constituya un reto que fomente el desarrollo del equipo, proponiendo nuevos
objetivos o diferentes condiciones de realización. No hay que olvidar que el
trabajo en equipo permite al profesor un cierto distanciamiento de la gestión
continua de la clase con el fin de favorecer la observación de sus alumnos en
la situación de colaboración. En dicha situación puede advertir comportamientos
cuya probabilidad de aparición es menor en el trabajo individual, o en tareas
que implican al equipo: saber quién pide ayuda, quién la incorpora, quién la
ofrece, quién la organiza, quién la enseña. Así mismo puede observar cómo
responde el grupo a sus propias propuestas.
Este conocimiento es de un gran valor
tanto para hacerse una idea más ajustada sobre las capacidades de los diversos
alumnos como para atenderlas de manera diversificada; en este orden de ideas,
con frecuencia se aprenden estrategias interesantes de la interacción que los alumnos
mantienen entre sí.
Un factor muy importante vinculado al
trabajo en equipo y a la actuación del profesor es el análisis y valoración que
realice de la experiencia, con el fin de incorporar los elementos que dicho
análisis reporta a posteriores propuestas. Nos referimos, pues, a la reflexión
sobre la práctica realizada, siempre importante en la finalización de cualquier
actividad hecha en clase, hay que tener en cuenta que los procedimientos y
actitudes implicados en el trabajo en equipo exigen una aproximación lenta y
progresiva, de ahí la importancia de utilizar las diversas experiencias en
sentido formativo, con el fin de mejorar en las propuestas.
LA ORGANIZACIÓN DEL AULA:
Para acomodar varios grupos dentro de
un salón de clases la distribución espacial es primordial. Para un buen
funcionamiento del grupo es esencial poseer mesas modulares o mesas redondas u
ovaladas para favorecer la comunicación interpersonal. Aunque es complicado
encontrar aulas de este tipo hay que crear el ambiente apropiado y lo ideal es
organizar un círculo con todos los grupos para facilitar la movilidad. Un
factor interesante en la recreación del aula es lo proxémico “la palabra
proxémico sirve para designar las observaciones y teorías interrelacionadas del
uso que los sujetos de una determinada cultura hacen de los espacios(…) Por
otra parte, la comunicación no verbal, de tipo gestual, entra a jugar un papel
determinante(…) Lo interesante de este hecho, es la necesidad de afectar con
nuestro cuerpo, el cuerpo y la mente del oyente.” (Jiménez, 2003, P 160). Según
el mismo autor, hay datos que reflejan la visión de los estudiantes cuando el
espacio del aula se vuelve proxémico como el del trabajo en equipo. Transformar
un aula de clase en círculo significa para los estudiantes:
Versen entre ellos mismos, lo que
mejora la discusión y la comunicación.
Mayor comunicación con el profesor
Mejor comprensión dada la visibilidad
Centrar mejor la atención
Mejorar la respiración debido a la
libertad del espacio
Existe mayor organización del espacio
Mayor libertad de movimiento
Las anteriores razones reafirman que
lo ideal es transformar el espacio del aula para crear ese ambiente deseado en
el desarrollo de un trabajo efectivo. También, es bueno recalcar que el aula no
esta conformada solamente por las cuatro paredes de un salón; es indispensable
organizar actividades extramurales.
TÉCNICAS PARA TRABAJAR EN EQUIPO:
La técnica es el diseño, modelo, a
partir del cual se pretende que un grupo funcione, sea productivo y alcance los
objetivos. Las técnicas están constituidas por diversos elementos que dirigen a
los distintos grupos a alcanzar sus metas. Consideramos que el éxito o fracaso
de la aplicación de técnicas de grupo no depende solo de la técnica en sí, sino
también de la experiencia y sensibilidad de quien la aplica.
Son muchos los métodos de trabajo y
las herramientas que se pueden aplicar a la enseñanza de trabajo en equipo con
fines específicos: Antonio Medina nos dice que la técnica determinada debe
adecuarse a diversas exigencias “ a) Características personales de los
componentes; b) ambiente y tamaño del grupo; c) objetivos que se persiguen; d)
habilidad del líder del grupo” (p 284) El mismo autor nos enseña cinco técnicas
que dentro del aula son las más utilizadas:
1. Grupo de discusión: de temas
libres o conversación organizada sobre un tema escolar.
2. Mesa redonda: se trata de
confrontar posiciones sobre un tema.
3. El simposio: varios alumnos
presentan opiniones divergentes sobre un tema y los oyentes hacen comentarios o
preguntas sobre lo expuesto.
4. Philips 6-6: se subdivide un grupo
grande en subgrupos de seis personas y discuten una temática en seis minutos.
Luego de la puesta en común entran todos los grupos a generar la discusión.
5. Role-playing es una dramatización
donde los alumnos discuten lo observado y plantean soluciones.
Con respecto a la técnica que se va a
utilizar lo primordial es que cada maestro entienda lo que desea, hay cantidad
de formas como se puede trabajar en equipo incluso el maestro puede recrear el
aula con actividades que él mismo elabora. Un aspecto ideal y donde los
estudiantes se van a motivar es la clase lúdica, entendida como “una actitud,
una predisposición frente a la vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de
estar en la vida, y de relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que
se produce disfrute, goce, acompañado de la distensión que producen actividades
simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, el
arte, y otra serie de actividades (sexo, baile, amor afecto) que se producen
cuando interactuamos sin más recompensa que la gratitud que producen dichos
eventos.” (Jiménez, p 16-17); se puede precisar que a partir de la lúdica se
consiguen potenciar los siguientes procesos:
“Capacidad de abstracción y de
juicios críticos para ser innovadores y creativos.
Capacidad de entender los nuevos
modelos de comunicación y de trabajo en equipo.
Capacidad de promover procesos de
paz, cooperación y de solidaridad.
Capacidad de entender problemas
sistémicos y dinámicos.
Capacidad de asombro y de curiosidad.
Capacidad de promover procesos de
acción y de gestión a nivel social.
Capacidad de imaginar y fantasear.
Capacidad de ligar lo operativo con
lo emotivo y con lo cognitivo.
Capacidad de manejar y procesar
información, no de memorizar.
Capacidad de lectura y escritura de
los nuevos códigos de la modernidad.
Capacidad de producir nuevos
conocimientos.” (Jiménez p 35)
Cada vez que se emplea el elemento
lúdico en una sesión para trabajar en equipo, el maestro transforma su espacio
vital de enseñanza en un escenario dinámico donde los estudiantes van a
aprender y a divertirse. Hay muchísimas técnicas, como por ejemplo: métodos de
casos, aprendizajes basados en problemas, proyectos de aula, el debate, juegos
de simulaciones, investigaciones, conversatorios, entrevistador, etc. Lo
interesante de la cuestión es que cada maestro vuelva cualquier técnica una
estrategia pedagógica con el fin de que se comprenda lo que planea y evalúa
para que al final se de cuenta de un resultado.
Las clases tradicionales donde el
maestro es el único que participa y habla no dan muestra de construcción de conocimiento
por que este se cimienta y edifica a partir de la interacción, por tal motivo
hay que darle vida al aula con múltiples alternativas, entre ellas, el trabajo
en equipo.
Para llevar a cabo este aprendizaje
de trabajo en equipo es necesario que se den una serie de condiciones: por
parte del alumno (consciente de la utilidad de lo que aprende), del profesor
(facilitador, motivador, creativo, orientador…) estos dos elementos son
posibles de alcanzar si quien lo lidera, es decir el maestro, logra infundir,
encauzar y ensoñar.
Vivimos en una sociedad con un claro carácter individualista
y que se traduce en el comportamiento del alumnado durante las clases. El “yo
lo sé hacer mejor”, el “a mí me gusta así”, el “yo quiero ir solo” o el “pues
no hago nada si es con él”, son algunas de las típicas frases que a principio
de curso todo profesor o profesora se encuentra.
El reto de
conseguir que las niñas y niños aprendan a colaborar y trabajar en equipo tiene
finalmente muchas ventajas para ellos mismos, para el grupo y para el mismo
profesor o profesora.
Efectos
positivos del trabajo en equipo
A continuación, exponemos algunos puntos de efecto positivo
que creemos que el trabajo en equipo genera en el alumnado.
1.- Aumenta la sociabilización entre los alumnos mejorando
sus capacidades sociales y organizativas.
2.- Mejora sus capacidades comunicativas y conocimiento al
tener que ser capaces de transmitir sus ideas a los demás de manera continua.
3.- Potencia la empatía hacia los compañeros.
4.- Promueve el respeto, la ayuda y la inclusión.
5.- Crea sentido de pertenencia al grupo y responsabilidad
respecto a la importancia de las acciones en su repercusión en el grupo.
6.- Logra crear grupos de ayuda en el que cada uno se
especializa en una tarea específica mejorando a todos.
Cómo conseguir que trabajen en equipo
Una vez establecidas algunas de las ventajas que supone
trabajar en equipo, nos surge la pregunta, cómo podemos conseguirlo?
1.- Comenzar por retos sencillos de fácil participación
grupal como puede ser el proyecto de rediseño de la propia aula con cosas que
les gusten y en las que tengan que llegar a acuerdos.
2.-Utilizar herramientas diferentes para hacerlo más
dinámico, como la gamificación o juegos de rol dentro de los equipos. Hacer el
proyecto atractivo usando este tipo de herramientas o metodologías hará que
cada vez los niños y niñas quieran realizar más proyectos grupales y aumentarán
sus capacidades sociales y de colaboración.
3.- Crear equipos complementarios que generen sinergias y se
ayuden mutuamente. En este tipo de equipos es más sencillo favorecer la
colaboración, pues cada miembro del grupo adquiere un rol de manera más natural
contribuyendo al proyecto global. Estos roles con el tiempo y la repetición de
más y más proyectos colaborativos irán rotando y cada participante irá
mejorando al ir adquiriendo capacidades de sus compañeros.
4.- Utilizar la tecnología como herramienta colaborativa. A
menudo nos encontramos a más y más niños y niñas con el móvil o tablet
apartados del mundo. Si logramos ofrecer herramientas tecnológicas que generen
todo lo contrario habremos logrado un gran avance. Crear juegos o retos
tecnológicos en los que la colaboración sea la clave para resolverlos generará
cada vez mejores dinámicas de equipo.
Existen muchas más maneras de crear estas sinergias de
trabajo en equipo. Como bien dice el dicho, “cada maestrillo tiene su librillo”.
Lo que nos ha de quedar claro es que esta capacidad colaborativa será muy
importante en el futuro de los chicos y chicas, y que cuanto antes las
desarrollen tendrán muchas más ventajas y oportunidades.
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