viernes, 18 de septiembre de 2020

Ansiedad o miedo a hablar en público

 

Ansiedad o miedo a hablar en público

 


El miedo a hablar en público es una forma de ansiedad frecuente. Puede variar desde un nerviosismo leve a un miedo paralizante y pánico. Muchas personas con este miedo evitan las situaciones en las que tienen que hablar en público por completo o sufren en su transcurso, con las manos y la voz temblorosas. Pero la preparación y la persistencia podrán ayudarte a superar el miedo.

Estos son algunos pasos que podrían ayudarte:

 

Conoce sobre el tema. Cuanto más entiendas sobre el tema del que vas a hablar, y más te interese ese tema, tendrás menos probabilidades de cometer errores o perder el hilo. Y si te pierdes, podrás recuperarte rápidamente. Tómate cierto tiempo para considerar las preguntas que podrían hacerte desde el público y prepara las respuestas.

Organízate. Con anticipación, planifica atentamente la información que deseas presentar, incluso cualquier accesorio o dispositivo de audio o visual. Cuanto más organizado estés, menos nervioso te sentirás. Prepara un resumen en una tarjeta pequeña para mantener el hilo. De ser posible, visita el lugar donde hablarás y revisa los equipos disponibles antes de tu presentación.

Práctica, y luego practica un poco más. Practica toda tu presentación varias veces. Haz tu presentación ante algunas personas con quienes te sientas cómodo y pídeles sus comentarios. También puede ser útil practicar con pocas personas con las que no estés tan familiarizado. Considera hacer un video de tu presentación para que puedas verlo y ver oportunidades de mejora.

Enfrenta tus preocupaciones específicas. Cuando tienes miedo de algo, puedes sobreestimar la probabilidad de que ocurran cosas malas. Haz una lista de tus preocupaciones específicas. Luego, cuestiónalas directamente identificando los resultados probables y alternativos, y verificando si hay evidencia objetiva que respalde cada preocupación o la posibilidad de que los resultados que temes ocurran.

Visualiza tu éxito. Imagina que tu presentación saldrá bien. Los pensamientos positivos ayudan a reducir parte de la negatividad sobre tu desempeño social y alivian un poco la ansiedad.

Respira profundamente. Esto puede ser muy relajante. Inhala lenta y profundamente dos o más veces antes de subir al estrado y durante el discurso.

Concéntrate en tu material, no en el público. Las personas prestan atención mayormente a la información nueva, no a la forma en que la presentan. Tal vez ni siquiera noten tu nerviosismo. Si las personas del público observan que estás nervioso, es posible que te alienten y deseen que tu presentación sea exitosa.

 No tengas miedo a los momentos de silencio. Si pierdes el hilo de lo que estás diciendo o comienzas a sentirte nervioso y tu mente se pone en blanco, tal vez te parezca que permaneciste en silencio durante una eternidad. En realidad, es probable que hayan sido solo unos pocos segundos. Incluso si es durante más tiempo, es probable que al público no le importe contar con una pausa para considerar lo que les has dicho. Simplemente respira lenta y profundamente un par de veces.

Reconoce tu éxito. Después de tu discurso o presentación, siéntete complacido. Tal vez no haya salido perfectamente, pero lo más probable es que seas más crítico tú mismo que el público. Verifica si alguna de tus preocupaciones específicas realmente ocurrió. Todos cometemos errores. Considera los errores como una oportunidad para mejorar tus habilidades.

Busca apoyo. Únete a un grupo que ofrezca apoyo a las personas que tienen problemas para hablar en público. Un recurso eficaz es Toastmasters, una organización sin fines de lucro con grupos locales que se dedican a brindar capacitación sobre oratoria y desarrollar habilidades de liderazgo.

Si no puedes superar el miedo con la práctica, considera buscar ayuda profesional. La terapia cognitiva conductual es un enfoque basado en las habilidades que puede ser un tratamiento eficaz para reducir el miedo a hablar en público.

Otra opción es que tu médico te recete un medicamento relajante que debes tomar antes de hablar en público. Si tu médico te receta un medicamento, pruébalo antes del día en que debes hablar en público para ver cómo te afecta.

Es normal sentirse nervioso o ansioso en ciertas situaciones, y hablar en público no es la excepción. Se conoce como «ansiedad por el desempeño», y otros ejemplos son el miedo escénico, la ansiedad ante los exámenes y el bloqueo mental del escritor. Sin embargo, las personas con ansiedad grave por el desempeño, que comprende ansiedad intensa en otras situaciones sociales, podrían tener un trastorno de ansiedad social (también denominado «fobia social»). El trastorno de ansiedad social podría requerir terapia cognitiva conductual, medicamentos o una combinación de ambas opciones.

 

Veamos algunos pasos para superar el miedo

1. Enfréntese al problema. Este es uno de esos casos en los que el mejor remedio es la terapia de choque. "Si tengo miedo a hablar en público y no lo hago, me va a generar cada vez más ansiedad y tensión. Se refuerza el temor", afirma Fouce. Esto, aunque en un primer momento puede aumentar los mecanismos biológicos (sudoración, palpitaciones), llegado un punto conduce a la superación. "De ese modo se frena la dinámica, y la persona comprueba que nadie se ha reído, que ha salido bien, que no ha sido para tanto", añade.

 

2. Ensaye frente al espejo. Coja el cepillo del pelo pero no para hacer playback con una canción de Madonna sino a modo de micrófono para preparar su exposición. "Tiene que considerar la voz y el lenguaje corporal, ya que ayudan a tener una mejor presentación; la entonación, los gestos adecuados y la postura son fundamentales. Conviene ensayar mucho para superar el miedo", aconseja Ampuero.

 

3. Prepárese el discurso. Tener claro qué se va a decir "es el antídoto más eficaz contra el nerviosismo", indica Julio Ampuero. "Para ello hay que trabajar con anticipación el tema por escrito, elaborar un esquema con los puntos principales para organizarse, considerar su duración, el estilo y aclarar las dudas sobre el contenido a exponer". En los momentos previos a la intervención, "realice ejercicios de modulación, de respiración y de vocalización para perfeccionar la expresión oral".

 

4. Aprenda a relajarse. Recurra a algunas de las técnicas conocidas de relajación. Evite decir que está nervioso: "Le hará pensar en que lo está", advierte Fouce. Justo antes de hablar, "respire profundamente y beba agua si es necesario", recomienda el experto en logopedia.

 

5. Fije la vista en un punto concreto. "Puede ser una persona que le genere especial confianza", dice Guillermo Fouce. "Si no es posible, trate de dirigir la mirada hacia distintos lugares de la sala", agrega Julio Ampuero. Coger un lápiz o juntar las manos también puede ayudar a canalizar el nerviosismo.

 

6. Imagine la situación en positivo. Pensar que va a salir bien es casi una garantía de éxito. Como el resto de las medidas, va dirigida a "no estar nervioso cuando llegue el momento de la verdad, porque para su cerebro no será una situación nueva sino algo a lo que está más que acostumbrado", apostilla Julio Ampuero. Y si no es suficiente, piense en esos futbolistas en las entrevistas: dicen cuatro cosas sin sentido y la gente los adora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario