Síndrome de desgaste y estrés docente
Así lo revela una investigación realizada por el académico
Rodrigo de la Fuente en el marco del Magíster en Educación de la Universidad
Metropolitana de Ciencias de la Educación.
"El burnout no sólo afecta la salud mental de una
persona, sino que también influye en su rendimiento laboral", advierte el
especialista. "Un trabajador que posee este síndrome se siente fatigado,
sin ganas de realizar su labor, sin empatía tanto con las personas que atiende
como con las que trabajan con él y con un autoconcepto negativo sobre sus
logros laborales".
De la Fuente explica que las personas que trabajan en
contacto directo con otras, tales como los profesionales de la salud y la
educación son los más afectados por este síndrome. Esto puede deberse a la
complejidad de labor desempeñada, determinada en parte, a la alta exposición a
situaciones estresantes determinada por la relación constante con otros
individuos, dice.
Este síndrome puede entenderse como una respuesta al estrés
crónico caracterizado por síntomas asociados al agotamiento emocional,
despersonalización y falta de realización personal. Más específicamente, los
académicos estadounidense Christina Maslach y Susan Jackson lo definen como “un
síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización
personal, que puede ocurrir entre individuos que trabajan con personas”.
Las principales causas que originan el síndrome de burnout
están relacionadas a las inadecuadas condiciones laborales en las cuales se
encuentran inmersos los docentes, tales como la sobrecarga laboral, el
conflicto y la ambigüedad del rol y un deteriorado clima organizacional.
Baja productividad
Este síndrome no sólo afecta la salud mental de una persona,
sino que también influye en su rendimiento laboral.
"Un trabajador que posee este síndrome se siente
fatigado, sin ganas de realizar su labor, sin empatía tanto con las personas
que atiende como con las que trabajan con él y con un autoconcepto negativo
sobre sus logros laborales. Este contexto vinculado directamente con las
dimensiones que definen el síndrome de burnout -agotamiento emocional,
despersonalización y falta de realización personal-, evidencian problemas
importantes relacionados con el desempeño laboral de los trabajadores que
poseen tal enfermedad".
Para evitar este problema, el docente cree que es clave el
mejoramiento de las condiciones laborales, "asociadas a elementos tales
como la carga laboral, el número de estudiantes por sala, el clima organizacional
y la diversidad y ambigüedad de roles que asume el docente".
La deserción docente en nuestro sistema educacional se debe
en gran medida a las inadecuadas condiciones laborales en las cuales se
encuentran inmersos los profesores.
Otras posibles causas del síndrome de burnout en el colectivo
de la enseñanza
Entre los factores personales que influyen en el desgaste
profesional están la edad y los años de ejercicio profesional; la familia y el
apoyo social; y las conflictivas relaciones con padres y compañeros. De modo
que una personalidad madura y una situación vital favorable funcionarían como
factores protectores.
También influyen otros factores laborales como el excesivo
número de alumnos, la escasa disciplina y el aumento de estudiantes conflictivos,
el exceso de responsabilidad, los sueldos bajos, la falta de medios, tiempo y
recursos (apoyo material) para desempeñar su profesión, la sobrecarga de
trabajo, la incertidumbre profesional; el clima laboral; y la burocrática
relación con sus superiores, muy ligada al control y la sanción y poco
vinculada al trabajo docente.
Y por último, pero no menos importante, hay otros factores
como la falta de valoración social en su trabajo (apoyo social), la
incertidumbre ante la Reforma de la Enseñanza, la escasa participación en la
resolución de sus problemas laborales o profesionales, o el reconocimiento de
sus carencias profesionales al tener que resolver el déficit en idiomas de toda
una generación, desde la irrupción de la educación bilingüe en inglés.
EFECTOS DEL SÍNDROME DE BURNOUT ENTRE LOS DOCENTES
Por otra parte, entre los efectos del burnout se pueden
destacar consecuencias tanto desde el punto de vista profesional
(impuntualidad, abundancia de interrupciones, absentismo, falta de compromiso
en el trabajo, un anormal deseo de vacaciones, una disminución en la
autoestima, así como una incapacidad para tomarse a la escuela en serio, e
incluso al abandono de la profesión); y por ende económico, como desde el
aspecto humano, manifestándose irritabilidad y repentinos cambios de humor,
cansancio crónico y falta de energía, percepción desproporcionada de los
propios errores e incapacidad para ver los éxitos laborales, insomnio…
Seis consejos para reducir el estrés docente
De modo que, para combatir el estrés, primero hay que
entender las razones que lo causan. Entre las más comunes están la falta de
planificación y organización; las presiones externas por alcanzar buenos
resultados; la competitividad con otros compañeros y los bajos niveles de
motivación.
Así, aunque tengas vocación por la docencia y te apasione tu
trabajo, es importante que no centres tus esfuerzos sólo en tu alumnado y que
también te preocupes por ti mismo. Debes aprender a combatir las situaciones de
estrés y a encontrar calma.
1. No juegues a ser profe en casa
Deja tus hábitos de docente para el aula. No regañes,
corrijas y trates de mantener el control de (absolutamente) todas las
situaciones. Trata de relajarte, queda con tus amigos y aprende a desconectar
del trabajo. No quieras ser profesor 24 horas al día.
2. Saca la clase fuera de los muros del aula
Intenta sacar la clase de los muros del aula si el tiempo y
tu escuela lo permiten. Y en lo que a tu vida personal se refiere, incorporar
el ejercicio a tu rutina diario fuera del trabajo o pasea durante tu tiempo
libre. Un poco de aire fresco y de ejercicio pueden resultar muy beneficiosos
para tu ánimo.
3. La diversión no es sólo para el verano
“Cuando llegue el verano, tendré tiempo para…” Esta frase la
repetimos todos, pero es importante que hagas las cosas que te gustan durante
el resto del año. No lo dejes todo para esta fecha del año. Disfruta tus
aficiones, amistades y familia incluso cuando estés en modo “docente”. Atender
tus relaciones sociales fuera de la escuela te proporcionará una gran
satisfacción tanto dentro como fuera del aula.
4. Aprovecha las nuevas tecnologías para tu trabajo
Trucos para superar el estrés docente Navega entre los
markets de Android e iOS porque encontrarás apps que te ayudarán en tu trabajo.
Recuerda que aplicar las nuevas tecnologías al aula puede convertirse en una
herramienta divertida, diferente, inspiradora y que rebajará la carga de tu
trabajo.
5. Aprende a desconectar
Cada día debes dar a tu mente su espacio para desconectar.
Fíjate una hora a la que dejar tu puesto de trabajo y cúmplela, e incluso
prepárate una lista de tareas para tu tiempo libre. Esto te ayudará a cumplir
tus propósitos y romper con tu rutina de docente cada día tras salir del aula.
6. Intercambia experiencias y consejos
Intercambia experiencias y consejos con otros colegas de
profesión. Además, gracias al desarrollo de la tecnología, la conexión con
otros educadores es más fácil que nunca. Muchos expertos recomiendan el uso de
Twitter, donde encontrarás interesantes comunidades docentes, para conversar
con colegas y buscar consejo.
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