Empatía y Educación
La empatía es un valor fundamental en todo tipo de
circunstancias, pero además no sólo es aplicable en la educación de los niños,
también los adultos debemos ejercerlo y practicarlo, más aún si estamos en
contacto directo con los niños, como es el caso de padres y educadores.
Ser un maestro empático es fundamental, y es que este valor
ejerce un fuerte poder sobre sus alumnos: les motiva, estimula y es clave para
su desarrollo académico.
La empatía no es la capacidad de sentir lo que el otro
siente. Si fuera así estaríamos sufriendo altibajos emocionales durante todo el
día. La empatía es ‘entender lo que otro individuo siente y responder en
consecuencia’.
Un profesor tiene que tender con su trabajo que ha de
contribuir a revolucionar la manera en que los alumnos se ven a sí mismos en
cada aprendizaje.
El desarrollo de la empatía nos convierte en seres sociales,
facilitándonos la comunicación, la resolución de conflictos. Supone una
confianza en nosotros mismos para arribar a comunicación profunda, para que la
misma se pueda dar el intercambio de esos saberes, que los mismos sean
significativos.
Para todo esto se tiene que crear el ámbito donde la persona
tenga la posibilidad de expresarse, el aula debe ser un laboratorio donde prime
el diálogo con responsabilidad para arribar a conocer qué es la libertad.
En la educación formal,
creo que trabajar desde la empatía es vital para desarrollar los proyectos que
queremos desarrollar en nuestras aulas.
La importancia de ser empático en el aula con los alumnos y
mantener un ambiente agradable y cálido obtiene mejores resultados sobre los
alumnos que la férrea disciplina y la distancia con el estudiante.
Los primeros años de colegio, durante la educación primaria,
son fundamentales para el alumno, se trata de un período crítico en el que una
buena relación con su profesor conseguirá todos estos resultados sobre el niño:
Facilitará su aprendizaje
- Potenciará sus ganas de aprender y les motivará a estudiar
- Le ayudará a tener una buena autoestima, a creer en sí
mismo
- Fomentará que tenga una buena imagen frente a sus
compañeros
- Les ayudará a establecer metas, a luchar por superarse y
conseguir objetivos
- Fomentará el aprendizaje no memorístico sino por la
satisfacción de obtener nuevos conocimientos
En definitiva, una buena pregunta que se debe hacer cada
educador es: ¿cómo quieres ser recordado por tus alumnos? Si la respuesta es:
como su mejor profesor, la clave está en la empatía.
Enseñar por enseñar
puede llegar a ser aburrido, pero enseñar para derrotar la ignorancia, eso es
un compromiso para toda la vida y esto se debe hacer con empatía porque en cada escuela, en cada salón, hay vida
construyendo futuro.
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