miércoles, 30 de septiembre de 2020

Gestión y Administración de PyMES

Consejos para llevar la contabilidad


7. Establece un plan de contabilidad

La planificación es indispensable en distintas áreas de los negocios y la contabilidad no es la excepción.

Para gestionar este aspecto con eficacia, es importante que establezcas una planificación que contemple fundamentos, conceptos, principios y normas internas para el manejo, interpretación y análisis del capital.

Además, es necesario que el control de los procesos contables se desarrolle bajo los parámetros legales de la nación.
Recuerda que, la tecnología es una mano amiga en esta área. Por eso, no olvides incluirla en el plan de contabilidad de tu empresa.


8. Permanece al pendiente de nuevas leyes y regulaciones

Siempre ten presente que la contabilidad guarda una estrecha relación con los impuestos.


Por esa razón, existen diferentes leyes y regulaciones que controlan esta área de los negocios y, a la vez, contribuyen con la disminución de la evasión fiscal y otros fraudes, que perjudican tanto a las empresas como a los consumidores.

Para estar actualizado sobre este aspecto, por ejemplo, es importante consultar con regularidad el código de comercio y la Ley de Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Además, es necesario estar al pendiente de los nuevos decretos y regulaciones relacionados a la contabilidad que son publicadas en el Diario Oficial de la Federación.

Otra manera de estar al tanto de cualquier cambio en la legislación vigente que pueda afectar tu negocio, es ser miembro de una comunidad donde puedas interactuar y compartir contenidos con otros empresarios.

TIPS PARA PRESENTAR UN EXAMEN

 ¿Qué hacer antes de un examen?

Técnicas de estudio



Las técnicas de estudio configuran una metodología guiada que ayuda a aprender a estudiar, a conocer las pautas que se tienen que seguir en el proceso de estudio y a desarrollarlo utilizando técnicas concretas como la lectura, hacer resúmenes, utilizar esquemas o mapas conceptuales.


Es importante que conozcas todos los métodos de estudio posibles para poder elegir el que más se ajuste a tus hábitos y capacidades. De este modo, personalizaras tu manera de estudiar. Si tienes facilidad para sintetizar, el resumen te puede resultar ventajoso, si por el contrario tienes memoria visual y captas la información gráfica, el esquema es la técnica indicada para ti. 

Principales técnicas de estudio

Lectura y subrayado

La lectura es el primer contacto con el temario. Esta debe hacerse tranquilamente, comprendiendo aquello que se lee, y posteriormente, subrayando los conceptos más destacados. Es aconsejable realizar una primera lectura de aproximación, y después, una segunda lectura en la cual subrayar todos los conceptos clave. El subrayado tiene que ser únicamente de los aspectos relevantes del texto. No debes subrayarlo todo, solo aquellas palabras o frases más importantes.

Resumen

El resumen de los temas implica destacar las ideas principales del texto leído, sin hacer copias exactas de las frases, sino intentando decir lo mismo, pero con las propias palabras. Es importante que sea un escrito fiable para poder seguir estudiando a través de él, incluyendo las palabras clave a recordar del texto principal. Resumir es una técnica que te asegura la comprensión del temario y que luego utilizarás en el examen para contestar con más certeza. La presentación del resumen debe ser buena, con letra clara, ya que te ayude a estudiar mejor el contenido. Puedes añadir colores para remarcar las ideas principales, y, sobre todo, numera las hojas de papel para que siempre estén ordenadas.



miércoles, 23 de septiembre de 2020

Gestión y Administración de PyMES

Consejos para llevar la contabilidad


Las responsabilidades fiscales forman parte de los aspectos fundamentales de la contabilidad de las compañías. Por ese motivo, es necesario que las gestiones de manera minuciosa y organizada.

Entre otras cosas, debes evaluar el flujo de caja y nivel de ingresos para realizar previsiones de los impuestos que tendrás que pagar en el futuro cercano.

Esa es una de las razones que demuestran la importancia de soluciones tecnológicas como sistemas de facturación y softwares de gestión.

Estas herramientas te permitirán registrar las diferentes operaciones cada vez que se producen, lo que te ayudará a determinar el porcentaje de impuestos de cada una de ellas.

Esta dinámica te servirá para establecer un plan de ahorro orientado a reunir el capital correspondiente a tus compromisos fiscales tras cada revisión de ingresos.

De esa manera, cuando llegue el momento de cancelar deudas tributarias no representará un gran impacto para el flujo de caja.

6. ¡Delega funciones!

La gestión gerencial puede ser tan apasionante como exigente e, incluso, estresante si no creas el hábito de delegar funciones.

En el área de la contabilidad, especialmente, asignar diversas responsabilidades a un grupo de trabajo resulta de vital importancia.

Aunque es necesario que te involucres en este aspecto y lo sigas de cerca, lo cierto es que tus conocimientos y esfuerzos no te bastarán para desarrollar, de forma eficaz, los diferentes procesos contables que genera una compañía.

Independientemente del giro y tamaño de tu negocio, es indispensable que establezcas un departamento de contabilidad con una sólida estructura de mando y tareas diarias muy bien definidas.

Además, también debes acompañar el esfuerzo de tus trabajadores con las mejores soluciones tecnológicas para la gestión contable.

Eso evitará que esta área se convierta en uno de tus grandes dolores de cabeza como emprendedor y te robe parte del tiempo que esperas dedicarle a tu familia u otras actividades.

TIPS PARA PRESENTAR UN EXAMEN

 ¿Qué hacer antes de un examen?

El día antes de un examen es recomendable repasar, pero no estudiar todo el día. Es un día para descansar y aprovechar parar asegurar algún contenido.

También puedes preparar todos los materiales que necesitarás para el día siguiente: bolígrafo, lápiz, herramientas de dibujo, calculadora o una botella de agua, por ejemplo.

Duerme las horas suficientes para estar descansado al día siguiente, eso hará que la presión y el esfuerzo mental que necesitas para pensar y contestarlo todo bien, lo tengas gracias a la energía que habrás acumulado.

El día del examen, levántate temprano, desayuna bien y llega con tiempo al examen. Recuerda coger todos los materiales necesarios para poder hacer el examen: identificación personal, material para escribir, etc.

Antes de entrar al examen, hay personas que necesitan mirar los esquemas. Si este es tu caso, puedes hacerlo, pero es bueno que te reserves unos minutos para relajarte y prepararte mentalmente. Es decir, guardar los apuntes, respirar con tranquilidad, y, sobre todo, trabajar tu confianza. Se trata de empezar a concentrarte para el examen.


Una vez delante del examen, no te precipites en contestar. Es preferible que leas bien todas las preguntas, una detrás de otra, y pienses bien cuáles son las preguntas que tardarás más en contestar y en cuales necesitarás menos tiempo. Es importante que organices bien el tiempo para asegurarte de poder responder a todas las preguntas del examen.

Una vez identificadas aquellas más dudosas, distribuye el orden en que vas a contestar las preguntas. Antes de contestar cada una, es preferible que hagas un esquema previo de la respuesta, como los que se han hecho durante el estudio, con la finalidad de identificar todo lo que se puede decir sobre ese tema. Realizar el esquema previo no debe ocuparte más de 5 minutos, se trata de algo muy breve, simplemente para destacar ideas, relacionarlas, seguir un guion al escribir y no dejarte detalles.

Cada vez que vayas a contestar, haz el mismo procedimiento, primero haz un esquema sobre el tema a tratar y segundo empieza a responder por orden y con coherencia. Responde lo que te piden, el profesorado no evaluará mejor un examen porqué haya mucha información, lo evaluará positivamente cuando la respuesta conteste a la pregunta.

Si es necesario lee las preguntas varias veces para asegurarte que lo has entendido bien. Muchas veces se leen las preguntas de forma rápida y puede prestar a confusión, de modo que es bueno leerlas hasta que se entienda bien qué se pide en la pregunta y cuál sería la respuesta correcta. Si tienes dudas sobre algún enunciado, puedes preguntar al profesorado para que te aclare qué es lo que se pregunta.

Además de contestar bien las preguntas, cuida la presentación, se ordenado, claro y escribe sin faltas de ortografía. El profesorado valora que respondas bien a la pregunta, pero también los aspectos formales de presentación.


viernes, 18 de septiembre de 2020

Técnica Promodoro

 

Técnica Promodoro

 



¿Has oído alguna vez hablar de la Técnica Pomodoro? Efectivamente, tiene que ver con el tomate, pero no se trata de una receta para una salsa, ni de una fórmula para conseguir que salgan más tiernos y jugosos, así que ya puedes ir guardando los cuchillos.

La Técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo que puede ayudar a que tu productividad sea mayor. Veamos qué es y cómo puede ayudarte. Toma nota de esta receta.

La Técnica Pomodoro fue desarrollada por Francesco Cirillo a finales de la década de los 80, y es un sistema que busca mejorar la administración del tiempo a través de su división en fragmentos. Toma su nombre de la forma de tomate -“pomodoro” en italiano- del reloj de cocina clásico que utilizó Cirillo para desarrollarla.

En concreto, el método divide el tiempo en periodos de 25 minutos -denominados pomodoros- separados por pausas dedicadas al descanso. La idea sobre la que se fundamenta la Técnica Pomodoro es que las pausas frecuentes serían capaces de mejorar la agilidad mental. Aplicada al trabajo, la técnica podría contribuir a una mejora en la productividad. Otro objetivo fundamental del método reside en su capacidad para disminuir las interrupciones.

La técnica estaría formada por cinco etapas: planeamiento, anotación, registro, proceso y visualización.

Al inicio, en las etapas de planeamiento y anotación se elabora una lista con las tareas que se deben completar en un periodo de tiempo, habitualmente un día. Cuando se completan los distintos pomodoros, estos se registran, lo que permite analizar cómo se lleva a cabo el trabajo y tomar medidas para mejorarlo.

De un modo práctico, podríamos decir que la técnica funcionaría en cinco pasos:

1. Se decide la tarea que se va a realizar.

2. Se programa el pomodoro (generalmente un reloj con alarma) a un lapso de 25 minutos.

3. Se trabaja -y esto es importante- de forma concentrada e intensiva hasta que suena la alarma. Cuando suena, se marca una X, que representa que se ha cumplido con un pomodoro.

4. Se descansa durante 5 minutos (tomar un café, darse un breve paseo, pensar en la pesca de la trucha marina… cualquier cosa sirve, excepto trabajar).

5. Se inicia de nuevo el proceso. Cuando se alcanzan los cuatro pomodoros, se toma un descanso más prolongado, de 20 o 30 minutos.

El creador de la técnica considera importante la utilización de determinados elementos; por ejemplo, sostiene que es ideal utilizar un reloj como los mecánicos utilizados en la cocina, ya que el acto de girar el dial del reloj representa el compromiso físico de iniciar y llevar a cabo la tarea. De igual forma, el tic-tac del reloj y el timbre de la alarma reforzarían el proceso de condicionamiento. No obstante, algunas personas podrían obtener mejores resultados utilizando algunas de las numerosas herramientas (cronómetros, apps, etc.) creadas para facilitar la técnica.

La Técnica Pomodoro -como casi cualquier otra- también tiene sus detractores. A algunas personas les parece demasiado exigente. Otras afirman que podría desanimar el trabajo en equipo. Ante dichas críticas han surgido soluciones como el “pomodoro a pares”, esto es, aplicando la técnica entre dos personas que compartirían un mismo objetivo, lo que mejoraría la calidad y creatividad, así como el sentimiento de trabajo en equipo. Como en tantas y tantas cosas, cada persona tendrá su opinión en función de los resultados obtenidos.

La técnica es utilizada habitualmente por todo tipo de colectivos: programadores, escritores, creativos, estudiantes… Otra crítica que ha recibido la técnica es que dividir los periodos en 25 minutos es demasiado estricto y poco flexible; fraccionar las tareas en un periodo de tiempo uniforme sería demasiado complicado. No obstante, como cualquier otra técnica, es adaptable a las personas. El periodo de 25 minutos puede ser demasiado largo o demasiado corto según cuál sea tu capacidad de resistencia o cuáles sean las tareas que tengas que realizar, por lo que tal vez te resulte más útil probar con lapsos de 10 o 30 minutos. O puede que la diferencia la marquen los tiempos de descanso; puedes probar diferentes pausas, según tus necesidades.

Además de su capacidad para intensificar y estructurar el trabajo y evitar interrupciones, la Técnica Pomodoro contribuye a “gamificar” el trabajo -hacerlo más parecido a un juego-, lo que lo podría hacerlo más llevadero. Por ejemplo, el cumplimiento de un pomodoro se equipararía a un objetivo cumplido, lo que podría generar satisfacción. De igual forma, los descansos podrían ser vistos como una recompensa por el objetivo cumplido.

Ponerla en práctica no es fácil. No tanto por su mecanismo, que es muy sencillo, sino porque supone romper con nuestros hábitos, establecidos durante años. Necesitarás un tiempo para acomodarte. Adaptarla a tus necesidades facilitará que te acostumbres a ella. Para ello, encontrarás diversas formas, en función de tus preferencias.

Algunas personas, por ejemplo, sugieren utilizar plazos de trabajo más largos al principio de la jornada y reducirlos conforme avanza el día. Otras sugieren no utilizarla para realizar tareas poco relevantes, y reservarla para trabajos de mayor importancia. Otras no “programan” pomodoros durante toda su jornada laboral, sino que los utilizan a lo largo del día en mayor o menor número según cómo sea la actividad de la jornada.

Inicio » Cómo Ser Más Productivo con la Técnica Pomodoro

¡Bienvenido y enhorabuena!

Acabas de entrar en el artículo más completo y claro en habla hispana para aprender la teoría y práctica del Método Pomodoro. Tienes el artículo resumido en vídeo y una secuencia de tiempos para que lo practiques en cuanto estés preparado. ¡Espero que te sirva!

   

¿Qué finalidad tiene esta técnica?

La idea es ayudar a acabar con éxito, eficiencia y concentración todo tipo de tareas de estudio, creación, lecturas y/o trabajos más mecánicos ya sea en oficinas o espacios creativos.

 

Algunas críticas a este método.

Como cualquier iniciativa que pretende solucionar problemas de productividad y desarrollo personal en las personas, tiene detractores.

Los periodos de tiempo no son afines a cualquiera. Si bien es cierto que si consigues ser disciplinado al principio te puedes adaptar muy bien, no a todo el mundo le gustará pasarse tan poco o tanto tiempo trabajando.

Por otro lado es sabido que no conviene pasar mucho tiempo sentado, la naturaleza activa del hombre es totalmente diferente. Por ello, 25 minutos, 30 o un tiempo aproximado debería ser el ideal antes de un descanso.

Tener que marcar tus pomodoros te obliga a tener una “tarea” más, y algunas personas pueden ver esto, como hacer más compleja la tarea.

Para el trabajo en equipo se dificulta y lia más. Está bien definir en equipo como segmentar el trabajo, pero uso del método está diseñado para trabajar de forma individual.

 

 

Planeación didáctica

 Planeación didáctica

 


En todo curso académico es fundamental que el docente piense, antes de que empiecen las clases, cómo va a ser el transcurso del mismo. Deberá pensar en los objetivos a alcanzar, las estrategias y contenidos a impartir, el método de evaluación, entre otros aspectos.

Todo esto se tiene en cuenta durante la planeación didáctica, el proceso en el que se va elaborando el programa docente y se predice, de forma más o menos certera, cómo irá progresando el curso. A continuación, veremos más a fondo qué es y cómo se elabora.

¿Qué es la planeación didáctica?

La planeación didáctica, o programación docente, es el proceso en el que el docente toma una serie de decisiones con respecto a los contenidos educativos que tiene que impartir, transformándolos en actividades concretas y específicas, para de esta forma poder asentar el conocimiento entre sus alumnos.

Durante la planeación didáctica, se elabora un programa en el que se pretende incorporar todos los conocimientos que se quieren mirar. También se tiene en cuenta los objetivos, las características del alumnado y los contenidos que ya se hayan visto en formaciones anteriores. En base a esto, durante este proceso se describen, de forma clara y específica, todas las actividades que se verán a lo largo del curso, además de indicar qué estrategias se van a seguir para lograr los objetivos y la forma en cómo se evaluará el progreso.

Aunque estos programas se pretenden aplicar en su forma original y total a lo largo del curso académico, no son programas cerrados. Es decir, en función de cómo vaya transcurriendo el curso, se pueden incorporar nuevos contenidos a lo largo del mismo. Esto es debido a que pueden suceder cosas que cambien el contexto y la realidad particular, aspectos que no se pueden dejar pasar.

Características fundamentales

Las planeaciones didácticas deben cumplir con unas cuantas características fundamentales para que puedan ser eficaces, adaptables a cómo se va desarrollando el aprendizaje a lo largo del curso académico y útiles tanto para el profesorado como su alumnado.

Lo primero de estos recursos es que deben quedar por escrito, sean en papel o en formato digital. En el documento se colocarán las estrategias y objetivos a alcanzar de forma estructurada, detallando todo lo que sea necesario y haciéndolo lo más claro y conciso posible. Estas estrategias no deben ignorar el marco de formación de la institución con la que se trabaja, es decir, qué contenidos estándar quiere el centro que asimilen los alumnos.

Estos objetivos y estrategias no se pueden decidir de forma individual. El profesor debe acudir a otros profesores que hayan impartido la misma materia en otros cursos, para preguntarles cómo han enfocado un determinado contenido o qué estrategia usaron por aquel entonces y cómo les fue. También se les preguntará si consideran oportuno la enseñanza de tales contenidos, o si consideran que hay otras alternativas mejores.

La planeación didáctica debe ser flexible, dado que a lo largo del curso pueden suceder eventos que obliguen cambiar parte del temario, o acortar la duración de los temas y adelantar exámenes. Igualmente, el programa planteado debe ser realista tanto en objetivos como en estrategias, y que se conciba su aplicación como algo viable.

Partes fundamentales

La planeación didáctica busca responder varias preguntas con respecto a cómo los alumnos van a aprender. Entre estas preguntas tenemos:

  • ¿Qué competencias se quiere que los alumnos adquieran?
  • ¿Qué se debe hacer para conseguir que las adquieran?
  • ¿Cómo se deben planear? ¿qué actividades hacer?
  • ¿Cómo evaluar si las actividades planteadas han cumplido los fines?

En base a todo esto, en toda planeación didáctica deben, haber los siguientes elementos bien especificados:

1. Objetivos y contenidos

Los objetivos son los logros que se han planificado alcanzar al final del proceso educativo. En otras palabras, lo que se quiere que el alumnado haya aprendido por medio de experiencias de enseñanza y aprendizaje, las cuales fueron previamente planificadas.

Estos objetivos deben quedar bien constatados en el programa por escrito, redactados en infinitivo y ser lo más específicos y concretos posible. Por ejemplo, si estamos redactando la planeación didáctica de la asignatura de biología de segundo de bachillerato, un ejemplo de un objetivo del plan docente sería:

“Aprender el funcionamiento de las células, los orgánulos que las componen y sus funciones, extendiendo este conocimiento al aprendizaje de las fases de los procesos mitótico y meiótico.”

Los contenidos son el conjunto de conceptos, procedimientos, destrezas, habilidades y actitudes que servirán para lograr alcanzar los objetivos propuestos. Un ejemplo de contenido relacionado con el objetivo anterior sería “Función y reproducción celular”.

2. Tareas y actividades

Las actividades didácticas son la parte práctica del curso académico. Son aquellas acciones que se planifican con el fin de que los estudiantes asienten los conocimientos impartidos en el aula.

3. Evaluación del aprendizaje

Por último, tenemos la evaluación del aprendizaje. Es fundamental diseñar las herramientas de evaluación para medir hasta qué punto el alumnado ha logrado asimilar los conocimientos que se han visto en clase. Se debe describir qué se va a evaluar, come se va a evaluar y en qué momento.

Sin embargo, la aplicación de la evaluación no únicamente pretende determinar qué alumnos han aprendido y quienes no, sino también medir si realmente el programa elaborado y aplicado hasta el momento ha servido de algo.

Pasos para elaborar la planeación didáctica

Teniendo en cuenta los elementos que debe tener toda planeación didáctica, ahora pasamos a los pasos imprescindibles para poder desarrollarla adecuadamente.

1. Establecer de los contenidos a impartir

Este es el primer punto por el que se debe empezar en la planeación didáctica. Establecer los contenidos a impartir de forma concienzuda es la forma de asegurarse de que se van a dar materiales capaces de informar al alumnado, además de prepararlos para que puedan tomar sus propias decisiones o sean más independientes en futuros cursos.

Estos contenidos seguirán tres fases. En la primera se enfocará el aprendizaje en conceptos y teorías, es decir de manera conceptual. Posteriormente, se orientará al aprendizaje en la forma de saber hacer. Finalmente, se incidirá en hacer que el alumnado sepa aprender a ser.

Para entenderlo mejor, pondremos el caso de la asignatura de matemáticas de cuarto de secundaria, en donde se quiere enseñar la trigonometría:

El primer punto por el que se empezará será el conceptual, esto es, definir qué es la trigonometría, qué son los conceptos del seno, el coseno y la tangente y sus fórmulas matemáticas. Una vez vista esta parte, se pasará a la procedimental, haciendo que el alumnado resuelva problemas matemáticos en los que se tengan que usar las reglas trigonométricas.

Finalmente, ya sea en el examen o en posteriores cursos de matemáticas, al haber asimilado estas reglas trigonométricas, los alumnos serán capaces de usarlas en todo tipo de problema aritmético en el que se tenga que calcular, por ejemplo, alturas en base al grado de inclinación de la sombra que proyecta el objeto.

2. Investigar las necesidades del alumnado

Decidir qué contenido se va a impartir no tiene mucho sentido si no se tienen en cuenta las necesidades del alumnado. Es posible que estos mismos alumnos hayan tenido problemas anteriormente a la hora de aprender conocimientos que suponemos que ya deberían tener bien asimilados. Si no se conoce lo anterior, es difícil que puedan aprender lo nuevo correctamente.

Es por este motivo que es muy necesario que el docente investigue sobre lo que considera oportuno enseñar al alumnado, sobre aquello que realmente vale la pena que adquieran. No únicamente basta con saber lo que han dado y lo que no han dado en años anteriores, además de saber si hay conocimientos de años anteriores que se deberían repasar.

También se debe conocer los anhelos de los estudiantes, qué les gustaría aprender, qué objetivos tienen en la vida si se trata de cursos muy avanzados, como finales de educación secundaria o educación superior.

Por ejemplo, si somos profesores de inglés en un lugar con mucho turismo y sabemos que gran parte de nuestros estudiantes quieren dedicarse a este sector, será fundamental incorporar en el temario un tema de inglés con frases y vocabulario relacionado con el mundo de la hostelería, bares, tiendas...

3. Definir metas y objetivo final de las clases

Se establecerán las metas y el objetivo final de las clases. Es muy importante que se tenga en cuenta el tiempo en el que se cree que se van a lograr cumplir y, a medida que se vaya llevando a cabo la planeación didáctica, ver si se está en sintonía con ellas.

4. Hacerla flexible

No siempre se podrá cumplir con la planeación didáctica, dado que puede ocurrir todo tipo de imprevistos durante el transcurso del curso. Es por este motivo que es muy importante que la metodología esté preparada para alteraciones, siendo lo ideal dejar espacios entre contenido y contenido para poder incluir nuevos contenidos en caso de que sea necesario, o reformular objetivos y metas.

También puede ser necesario hacer cambios porque así lo solicita el alumnado. En la medida que sus críticas sean justas y fundamentadas, el docente debe estar preparado para poder incorporar cambios en el programa, adecuados a estas demandas y que no supongan un alejamiento demasiado exagerado de los objetivos iniciales.

Por poner un ejemplo, seguramente, en las asignaturas de biología de todos los institutos la pandemia del COVID-19 ha obligado a cambiar parte del temario, básicamente por dos motivos. El primero, al ser un virus con tanta importancia, no se puede perder la oportunidad de explicarlo en el aula, concienciando al alumnado de los riesgos que este implica para la salud. El segundo tiene que ver con el hecho de que se ha tenido que pasar de clases presenciales a online, algo que implica tener que cambiar la metodología de evaluación.

5. La evaluación

Son diferentes las formas con las que se puede evaluar al alumnado, todas ellas dependientes de la materia que se esté impartiendo o del contenido que se haya visto. Durante la planeación didáctica, y amodo provisional, se establecerá las fechas de evaluación, ya sean exámenes o entregas de trabajos importantes, o también actividades alternativas en función de la situación.

Características de la planeación didáctica

Las planeaciones didácticas deben tener una serie de características para que puedan cumplir con sus objetivos:

-Deben estar por escrito y deben presentarse de forma estructurada los objetivos y las técnicas para llevarlos a cabo.

-Deben partir siempre del programa o marco formativo institucional.

-Se debe hacer de forma coordinada con los demás docentes, de modo que reduzca la incertidumbre al saber todos hacia qué se trabaja y cómo se llegará.

-Es un instrumento que debe ser flexible, ya que no todo se puede prever, y debe estar abierta a cualquier mejora que se pueda realizar.

-Debe adecuarse al contexto específico, por lo que debe personalizarse según la realidad actual.

-Debe ser realista, de modo que su aplicación pueda ser viable

RÚBRICAS

 

RÚBRICAS



 

¿QUÉ ES UNA RÚBRICA DE EVALUACIÓN?

Es un cuadro de doble entrada, que se integra por tres elementos primordiales:

a) Indicadores: aspectos centrales de aquello que interesa lograr y valorar.

b) Niveles de logro: por ejemplo; excelente, muy bien, bien, regular.

24 noviembre, 2019  27 comentarios

Todo sobre rúbricas: qué son, cómo elaborarlas y ejemplos editables

Contar con instrumentos y herramientas adecuadas para evaluar a los alumnos es esencial en la labor de los docentes, dentro de la gran variedad de opciones que existen,  las rúbricas son uno de los instrumentos de evaluación más completos que podemos usar para valorar el nivel de logro de los aprendizajes de los estudiantes. En este artículo te diremos qué son las rúbricas de evaluación, la diferencia entre rúbricas globales y analíticas, cómo elaborarlas y además podrás descargar ejemplos de ellas.

¿QUÉ ES UNA RÚBRICA DE EVALUACIÓN?

Es un cuadro de doble entrada, que se integra por tres elementos primordiales:

a) Indicadores: aspectos centrales de aquello que interesa lograr y valorar.

b) Niveles de logro: por ejemplo; excelente, muy bien, bien, regular.

c) Descriptores de logro (sólo para las rúbricas analíticas): progresión desde los niveles inferiores a los superiores o viceversa.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS RÚBRICAS DE EVALUACIÓN?

  • La rúbrica permite hacer explícitos, tanto para los alumnos como para los docentes, las expectativas (resultados esperados), los criterios (indicadores) del desempeño o de productos a evaluar y los distintos niveles de calidad o logro en ellos.
  • Sirve también de guía para evaluar, calificar y/o retroalimentar el desempeño de los estudiantes y las estrategias de enseñanza de los docentes.
  • Es útil como herramienta de autoevaluación, ya que ayuda a los estudiantes a tener mayor control sobre sus procesos de aprendizaje.

 

RÚBRICAS GLOBALES Y  ANALÍTICAS

Existen dos tipos de rúbricas, las globales y las analíticas, a continuación, te describimos cada una de ellas:

Rúbricas globlales: Las rúbricas globales o también conocidas como holísticas, hacen una valoración integrada del desempeño del alumno, sin precisar los componentes del proceso o temática evaluada. Se emplean cuando se necesita realizar una evaluación más general.

Rúbricas analíticas: Las rúbricas analíticas se emplean para evaluar las partes del desempeño de los alumnos, desglosando sus componentes para obtener una calificación total. Puede utilizarse para determinar de forma más específica el estado del desempeño, identificar fortalezas, debilidades, y para permitir que los estudiantes conozcan lo que requieren para mejorar.

¿CÓMO SE ELABORA UNA RÚBRICA ANALÍTICA?

Aquí te explicamos a detalle cómo se elaboran las rúbricas analíticas y te mostramos un ejemplo:

  • Los indicadores se colocan en la primera columna.
  • Los niveles de logro en la primera fila.
  • Finalmente, en el cruce de ambas se ubican los descriptores de logro que dan cuenta del nivel alcanzado por los estudiantes, cada descriptor de logro debe ser muy preciso en cuanto a las formas en que se manifiesta (observa) en cada uno de los niveles.


¿CÓMO SE ELABORA UNA RÚBRICA GLOBAL?

Aquí te explicamos a detalle cómo elaborar una rúbrica global y te mostramos un ejemplo:

En las rúbricas globales no existe un formato como tal, aunque se podría estructurar de la siguiente manera:

  • Los niveles de logro en la primera columna.
  • Los indicadores o criterios en las filas.


RECOMENDACIONES PARA DISEÑAR RÚBRICAS DE EVALUACIÓN

Para diseñar una rúbrica, ya sea global o analítica se recomienda:

1. Delimitar los objetivos de la evaluación:  Identificar y hacer explícito el objetivo de evaluación que se persigue con este instrumento. Identificar las acciones, tareas, comportamientos, habilidades o actitudes que se desean evaluar.

2. Definir los indicadores a evaluar: Los indicadores deberán centrarse en los aspectos fundamentales del aprendizaje esperado, desempeño o producto.

3. Definir los niveles de logro: Establecer los niveles con los que se evaluarán los indicadores, deben ser graduales considerando desde un nivel “mínimo” hasta un nivel “óptimo”: Se recomienda utilizar hasta cuatro niveles, sin embargo, la cantidad y la forma de denominarlos depende de cada docente.

Ejemplos de niveles de logro en una rúbrica:

-En proceso / Aceptable / Logrado / Sobresaliente

-Participante / Aprendiz / Habilidoso / Experto

-En desarrollo / Competente / Ejemplar

4. Establecer los descriptores de logro (cruces entre los indicadores a evaluar y los niveles de logro): Los descriptores deben ser claros. Todos los niveles de logro deberán mantener coherencia con el indicador que representan y estar claramente diferenciados o graduados. Deben ser fácilmente observables y redactarse en forma descriptiva, sin juicios de valor.

5. Socializar el instrumento: Su diseño puede ser individual o colectivo. Se recomienda que esté abierto al diálogo y a la revisión con los alumnos y otros docentes, con la intención de identificar si es clara y comprensible.

¿CÓMO APLICAR LAS RÚBRICAS DE EVALUACIÓN?

Te compartimos unos consejos acerca de cómo emplear las rúbricas de evaluación antes, durante y después de impartir un tema, proyecto o unidad didáctica:

-Compartir la rúbrica con los estudiantes para que conozcan el desempeño o las características del producto esperados.

24 noviembre, 2019  27 comentarios

Todo sobre rúbricas: qué son, cómo elaborarlas y ejemplos editables

Contar con instrumentos y herramientas adecuadas para evaluar a los alumnos es esencial en la labor de los docentes, dentro de la gran variedad de opciones que existen,  las rúbricas son uno de los instrumentos de evaluación más completos que podemos usar para valorar el nivel de logro de los aprendizajes de los estudiantes. En este artículo te diremos qué son las rúbricas de evaluación, la diferencia entre rúbricas globales y analíticas, cómo elaborarlas y además podrás descargar ejemplos de ellas.

¿QUÉ ES UNA RÚBRICA DE EVALUACIÓN?

Es un cuadro de doble entrada, que se integra por tres elementos primordiales:

a) Indicadores: aspectos centrales de aquello que interesa lograr y valorar.

b) Niveles de logro: por ejemplo excelente, muy bien, bien, regular.

c) Descriptores de logro (sólo para las rúbricas analíticas): progresión desde los niveles inferiores a los superiores o viceversa.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS RÚBRICAS DE EVALUACIÓN?

  • La rúbrica permite hacer explícitos, tanto para los alumnos como para los docentes, las expectativas (resultados esperados), los criterios (indicadores) del desempeño o de productos a evaluar y los distintos niveles de calidad o logro en ellos.
  • Sirve también de guía para evaluar, calificar y/o retroalimentar el desempeño de los estudiantes y las estrategias de enseñanza de los docentes.
  • Es útil como herramienta de autoevaluación, ya que ayuda a los estudiantes a tener mayor control sobre sus procesos de aprendizaje.

RÚBRICAS GLOBALES Y  ANALÍTICAS

Existen dos tipos de rúbricas, las globales y las analíticas, a continuación te describimos cada una de ellas:

Rúbricas globlales: Las rúbricas globales o también conocidas como holísticas, hacen una valoración integrada del desempeño del alumno, sin precisar los componentes del proceso o temática evaluada. Se emplean cuando se necesita realizar una evaluación más general.

Rúbricas analíticas: Las rúbricas analíticas se emplean para evaluar las partes del desempeño de los alumnos, desglosando sus componentes para obtener una calificación total. Puede utilizarse para determinar de forma más específica el estado del desempeño, identificar fortalezas, debilidades, y para permitir que los estudiantes conozcan lo que requieren para mejorar.

¿CÓMO SE ELABORA UNA RÚBRICA ANALÍTICA?

Aquí te explicamos a detalle cómo se elaboran las rúbricas analíticas y te mostramos un ejemplo:

  • Los indicadores  se colocan en la primera columna.
  • Los niveles de logro en la primera fila.
  • Finalmente en el cruce de ambas se ubican los descriptores de logro que dan cuenta del nivel alcanzado por los estudiantes, cada descriptor de logro debe ser muy preciso en cuanto a las formas en que se manifiesta (observa) en cada uno de los niveles.


¿CÓMO SE ELABORA UNA RÚBRICA GLOBAL?

Aquí te explicamos a detalle cómo elaborar una rúbrica global y te mostramos un ejemplo:

En las rúbricas globales no existe un formato como tal, aunque se podría estructurar de la siguiente manera:

  • Los niveles de logro en la primera columna.
  • Los indicadores o criterios en las filas.


DIFERENCIAS ENTRE LAS RÚBRICAS ANALÍTICAS Y GLOBALES

Como puedes apreciar en las imágenes, existen ciertas diferencias entre las rúbricas analíticas y las globales, las cuales se podría sintetizar así:

-Las rúbricas globales son útiles para realizar una evaluación general sin entrar en detalles.

-Las rúbricas analíticas se emplean cuando se desea realizar una evaluación más completa, ya que es más detallada y específica.

RECOMENDACIONES PARA DISEÑAR RÚBRICAS DE EVALUACIÓN

Para diseñar una rúbrica, ya sea global o analítica se recomienda:

1. Delimitar los objetivos de la evaluación:  Identificar y hacer explícito el objetivo de evaluación que se persigue con este instrumento. Identificar las acciones, tareas, comportamientos, habilidades o actitudes que se desean evaluar.

2. Definir los indicadores a evaluar: Los indicadores deberán centrarse en los aspectos fundamentales del aprendizaje esperado, desempeño o producto.

3. Definir los niveles de logro: Establecer los niveles con los que se evaluarán los indicadores, deben ser graduales considerando desde un nivel “mínimo” hasta un nivel “óptimo”: Se recomienda utilizar hasta cuatro niveles, sin embargo, la cantidad y la forma de denominarlos depende de cada docente.

Ejemplos de niveles de logro en una rúbrica:

-En proceso / Aceptable / Logrado / Sobresaliente

-Participante / Aprendiz / Habilidoso / Experto

-En desarrollo / Competente / Ejemplar

4. Establecer los descriptores de logro (cruces entre los indicadores a evaluar y los niveles de logro): Los descriptores deben ser claros. Todos los niveles de logro deberán mantener coherencia con el indicador que representan y estar claramente diferenciados o graduados. Deben ser fácilmente observables y redactarse en forma descriptiva, sin juicios de valor.

5. Socializar el instrumento: Su diseño puede ser individual o colectivo. Se recomienda que esté abierto al diálogo y a la revisión con los alumnos y otros docentes, con la intención de identificar si es clara y comprensible.

¿CÓMO APLICAR LAS RÚBRICAS DE EVALUACIÓN?

Te compartimos unos consejos acerca de cómo emplear las rúbricas de evaluación antes, durante y después de impartir un tema, proyecto o unidad didáctica:

-Compartir la rúbrica con los estudiantes para que conozcan el desempeño o las características del producto esperados.

-Durante el desarrollo de las actividades, permitir al estudiante orientar su proceso al establecer, a través de los descriptores, las características del producto o desempeño que se les ha solicitado realizar.

-Como auto y coevaluación se puede utilizar como herramienta de devolución para que los estudiantes, junto con el docente, puedan analizar y discutir sus propios trabajos o los de sus compañeros a través de las descripciones que ofrece el instrumento.

Ejemplos descargables de rúbricas

A continuación, te compartimos un enlace para que puedas descargar 10 ejemplos de rúbricas analíticas editables para que te puedas guiar al diseñar las que necesitas en tu labor diaria.

Conclusiones

Las rúbricas de evaluación nos permiten identificar los avances, así como los aspectos que se necesitan reforzar, tanto en los aprendizajes de los alumnos, como en los procesos de enseñanza empleados por el docente, por lo que su implementación va acorde con el enfoque de la evaluación formativa. Así mismo, su diseño se puede adaptar para implementarla como instrumento de evaluación en diferentes niveles, por lo que es una herramienta indispensable para todos los docentes.

Estudiar y trabajar Tips

 Estudiar y trabajar Tips

 

 


Estudiar y trabajar al mismo tiempo es, hoy en día, algo complicado de hacer, pero no imposible. En España tenemos el porcentaje más bajo de jóvenes que compaginan ambas actividades de entre todos los países desarrollados. Esto se debe mayormente al paro juvenil que actualmente acecha al 40,5% de los jóvenes y a que la mayoría de empleos y estudios que actualmente se ofertan no animan a compaginar.

Pero que esto no te desanime, ya sea porque quieres hacerte con unos ahorros o para costearte los estudios o la manutención, aquí te contaremos los 7 consejos para estudiar y trabajar al mismo tiempo y no morir en el intento.

Trabajar y estudiar al mismo tiempo es posible. Sigue estos tips:

1. Mantén un orden.

Si no tienes la costumbre de organizar tus días en agendas, tendrás que ponerte a ello. Es tremendamente importante, sobre todo tratándose de estudiar y trabajar al mismo tiempo, que mantengas un orden y una organización para todo.

Organiza tus días por horas, establece tiempos para cada actividad e intenta cumplirlos lo máximo posible (sin que eso afecte a tu eficacia o aprendizaje). Por ejemplo, los sábados y domingos, si los tienes libres, organízalos al máximo para poder hacer todo lo que no has podido hacer el resto de la semana, como limpiar la casa, cocinar algo (y que sobre para poder llevártelo) o hacer la colada. 

Si no eres un fanático de las libretas y agendas, no temas, actualmente hay cientos de aplicaciones que nos permiten organizar nuestros días, poner alarmas, recordatorios, clasificar actividades por categorías o colores y fijar prioridades. Busca la que más se adapte a ti.

2. Reserva tiempo para ti mismo.

Trabajar y estudiar al mismo tiempo no significa que no puedas dedicarte algo de tiempo para ti mismo de vez en cuando. Es importante no abandonar hobbies ni dejar de quedar con amigos o familiares. Descansar y marcar los tiempos adecuados en tu agenda también es aprender a estudiar.

Una vez a la semana puedes reservar algo de tiempo para tocar la guitarra, ver tu serie favorita o ir a visitar un museo. En verdad esto es importante, ya que ayuda a desconectar y a no sucumbir tan fácilmente al estrés.

3. Reduce tiempos.

Intentar optimizar el tiempo al máximo posible es imprescindible. Muchas veces nos recreamos demasiado en algunas actividades diarias que quizá no merezcan tanto tiempo como les dedicamos. Por eso hay que pensar en qué actividades se nos eternizan y acortar tiempos.

Por ejemplo, en vez de tomar un baño tomarse una ducha, acortar las siestas o dedicar menos tiempo a ver la tele. Hoy en día Internet puede ayudarnos a ahorrar mucho tiempo, por ejemplo, no tenemos por qué ir a hacer las compras al mercado o a un centro comercial, por Internet podemos pedir que nos traigan la compra a casa o comprar por Internet ropa o cualquier cosa que necesitemos. Te proponemos que elabores una lista de cosas en las que tendrás que reducir tiempos si quieres trabajar y estudiar al mismo tiempo. Una vez la tengas elaborada, podrás ir estableciendo tus metas. 

4. Sé realista.

No te fuerces más de la cuenta si no puedes. Ante todo está nuestra salud, y si ves que no vas a poder compaginar ambas cosas, es mejor bajar el listón o ser flexibles con nosotros mismos. Buscar trabajos que nos exijan menor estrés o repetir algún año son cosas que pueden ocurrir y que no pasa nada porque pasen. Trabajar y estudiar al mismo tiempo implica vivir demasiado rápido, pero no necesariamente invadido por el estrés laboral. 

Debes analizarte a ti mismo antes de comenzar nada, ser realista respecto a la cantidad de estrés a la que estarás expuesto y valorar qué te conviene más.


 

5. Establece unas metas.

Dejar todo al porvenir no es una buena idea como norma general, pero cuando se trata de compaginar estudios y trabajo esto pasa a ser algo casi prohibido.

Si nos establecemos unos objetivos concretos nos será más fácil conseguirlos, y si encima apuntamos estos objetivos en una lista para ir tachándolos según los logramos nos motivaremos más.

6. Rodéate de amigos.

Tanto en el trabajo como en los estudios es imprescindible rodearte de personas con las que te lleves bien.

Muchas veces quizá no podamos acudir un día a clase y necesitemos unos apuntes, o que en el trabajo tengamos que cambiar nuestro turno de trabajo. Siempre es mejor recurrir a un colega o amigo para este tipo de cosas, ya que estarán más dispuestos a hacernos el favor. Por supuesto nosotros deberemos ser recíprocos en ello y devolver el favor tarde o temprano. No hay que abusar de la amabilidad de las personas.

 

7. Informa a todos de que compaginas ambas actividades.

Puede parecer algo absurdo, pero hacer saber a nuestros jefes o compañeros que estamos estudiando y trabajando a la vez puede ayudarnos a conseguir cierta comprensión o simpatía. Además dice mucho de nosotros como personas, ya que indica que nos esforzamos y que somos adultos responsables y comprometidos.