Desafíos para una recuperación sostenible. 1ra parte.
De manera similar a lo que ocurre con los efectos del cambio climático en las economías y las sociedades, las condiciones preexistentes de desigualdad moldean la intensidad de los posibles impactos ocasionados por el COVID-19: No todos los individuos serán afectados de la misma manera, al mismo tiempo y con la misma severidad, esto es obvio, y no todos podrá recuperarse con la misma velocidad. En este sentido, un elemento determinante para el alcance de las afectaciones de la crisis provocada por el COVID-19 es la capacidad de los individuos en el uso y acceso a la tecnología, misma que a su vez se encuentra constreñida por la dinámica de la desigualdad. En esta dinámica se identifica que los grupos con menor desarrollo humano tienen sistemáticamente menos acceso a una amplia gama de tecnologías. Ante esta crisis, lo anterior representa, oportunidades diferenciadas para ejercer el teletrabajo, pero también para mantener la continuidad educativa, impacta el acceso a mecanismos de rastreo y control de la propagación de la enfermedad y puede traducirse en accesos diferenciados a equipo médico, como los ventiladores, o reducir posibilidades en la búsqueda de tratamientos y vacunas.
Sin embargo, según datos de la OCDE no vamos tan mal, esta organización reporta el desempeño positivo de México en la penetración de los servicios fijos de banda ancha, al situarse en segundo lugar de crecimiento entre 2017 y 2018, con un incremento de 7.1% anual y un crecimiento del 22.2% de las conexiones realizadas por fibra óptica, aumentado la velocidad en la transferencia de datos.
Al mismo tiempo, la evolución de la tecnología representa contrastes en cuanto a sus resultados para el desarrollo. A pesar de su claro potencial para corregir las desigualdades en áreas como la salud, la educación y la gobernanza, algunos aspectos de esta se asocian con el incremento de algunas formas de desigualdad. Ante una emergencia sanitaria en la que se requieren nuevas modalidades académicas y de teletrabajo, las tecnologías siguen teniendo un efecto en la ampliación de brechas, principalmente en las poblaciones más vulnerables. En este sentido las políticas de confinamiento impuestas por la pandemia han acelerado le proceso de automatización laboral que ha venido gestándose en las industrias en los últimos años. Esto representa por un lado aumentos en la productividad, pero también un potencial desplazamiento de la fuerza laboral. Lo anterior impone retos adicionales para reajustar las habilidades y conocimientos que se requieren para la transición de los trabajadores en sectores desplazados a nuevas oportunidades laborales, así como para asegurar la calidad y cantidad de los empleos.
Mejor explicado imposible. Gracias por compartir tus conocimientos. En este mundo no existirán barreras para un óptimo desarrollo humano. La persona que quiere salir y sobre salir, se la rebusca y gana. Saludos desde Argentina
ResponderEliminar