Uno seguía muy de cerca la evolución de RIM en el mercado, y su imparable decadencia. De héroe a villano en
pocos años. La tiranía de la tecnología es lo que tiene. La plataforma había
dado la espalda a una nueva ola de smartphones que, impulsados por el éxito
del iPhone, habían superado los teclados
físicos, y lo que es más importante, se centraban más en el entretenimiento que
en el puro trabajo. Las BlackBerry, como sabes, eran los terminales 'pata negra' para los ejecutivos que
iban al galope y que no podían alejarse mucho de su cuenta de e-mail. En
aquellos tiempos el correo push y el BlackBerry Messenger suponían dos muros infranqueables que, junto
con la tarifa plana de datos, protegían al fabricante de Waterloo de las
incursiones rivales en este nicho del mercado.
Sin embargo, con la llegada del iPhone y la eclosión del mercado de los smartphones, este muro fue derribado. RIM mantuvo su grueso de usuarios en el ámbito corporativo pero la erosión era ya patente. Y lo peor del asunto es que los creadores de las célebres BlackBerry habían perdido la batalla de la imagen, y no sospechamos hasta qué extremo. Así, el 15 de octubre del año pasado, el prestigioso New York Times hacía sangre con el asunto: en un artículo firmaban que había un creciente número de usuarios en Estados Unidos que escondían sus fieles crackberries o que directamente contaban con un segundo terminal, mucho más cool, que exhibir en los actos sociales.
Pero por fortuna, aquellos tiempos han quedado atrás. RIM se dejó por el camino la marca, pero también el exceso de equipaje, y se encomienda en un futuro a dos siglas: Z10 y BB10 ¿una fórmula también '10'?
Sin embargo, con la llegada del iPhone y la eclosión del mercado de los smartphones, este muro fue derribado. RIM mantuvo su grueso de usuarios en el ámbito corporativo pero la erosión era ya patente. Y lo peor del asunto es que los creadores de las célebres BlackBerry habían perdido la batalla de la imagen, y no sospechamos hasta qué extremo. Así, el 15 de octubre del año pasado, el prestigioso New York Times hacía sangre con el asunto: en un artículo firmaban que había un creciente número de usuarios en Estados Unidos que escondían sus fieles crackberries o que directamente contaban con un segundo terminal, mucho más cool, que exhibir en los actos sociales.
Pero por fortuna, aquellos tiempos han quedado atrás. RIM se dejó por el camino la marca, pero también el exceso de equipaje, y se encomienda en un futuro a dos siglas: Z10 y BB10 ¿una fórmula también '10'?
Se trataba de un doble o nada
y Thorsten Heins lo asumió desde el inicio. La combinación no
era sencilla: se trataba de desprenderse del halo de marca anodina, orientada a
los negocios, y volver a cautivar al mercado de consumo, pero al tiempo seguir
siendo punta de lanza en el segmento de las empresas, aquel que les había
disparado en su día a lo más alto. En este sentido, la presencia de Alicia Keys
fue milimétricamente estudiada. Una voz joven, una número uno en las
principales listas de éxitos, pero que se subió al escenario con paso decidida
vistiendo un sobrio traje: BlackBerry había conjugado con maestría en la
cantante su nueva imagen, joven pero comprometida con el segmento empresarial.
Un difícil equilibrio y un gran reto que sólo el tiempo confirmará como
superado o bien pinchará en hueso. Pero si hilamos más fino, la cantante
también expresó su relación de amor-odio con las BlackBerry y cómo ahora volvía
a caer rendida a los brazos del fabricante. Resumen evidente del objetivo que
persigue la compañía en el mercado con la llegada de BlackBerry 10 y los nuevos
terminales.
Porque sí, de aquella plataforma motorizada en el escenario de Nueva York surgieron dos smartphones, pero para un servidor, en realidad sólo había uno: el Z10. El Q10 rubrica el compromiso de la marca con el mercado corporativo y consolida su promesa de no dejar atrás a los usuarios que siguen aferrados como a un clavo ardiendo a los teclados físicos. Una medida sabia y obligada, pero que a la postre no dejará de ser residual y que alimentará a un cada vez más limitado número de usuarios. Donde había que enfocar bien la vista era en el Z10, la gran apuesta de RIM (perdón, de BlackBerry). No puede decirse que su aparición nos pillara desprevenidos: pocos dispositivos han sido tan rumoreados, fotografiados yavistados con antelación a su lanzamiento. El equipo de marketing se ha movido con agilidad y ha ido destilando los detalles del terminal por fascículos, elevando la tensión y haciendo interminable la espera al cacareado 30 de enero. Y mereció la pena... ¿o tal vez no?
Porque sí, de aquella plataforma motorizada en el escenario de Nueva York surgieron dos smartphones, pero para un servidor, en realidad sólo había uno: el Z10. El Q10 rubrica el compromiso de la marca con el mercado corporativo y consolida su promesa de no dejar atrás a los usuarios que siguen aferrados como a un clavo ardiendo a los teclados físicos. Una medida sabia y obligada, pero que a la postre no dejará de ser residual y que alimentará a un cada vez más limitado número de usuarios. Donde había que enfocar bien la vista era en el Z10, la gran apuesta de RIM (perdón, de BlackBerry). No puede decirse que su aparición nos pillara desprevenidos: pocos dispositivos han sido tan rumoreados, fotografiados yavistados con antelación a su lanzamiento. El equipo de marketing se ha movido con agilidad y ha ido destilando los detalles del terminal por fascículos, elevando la tensión y haciendo interminable la espera al cacareado 30 de enero. Y mereció la pena... ¿o tal vez no?
El Z10 es un smartphone de
impecable calidad y acabado. Aquí BlackBerry pisa sobre seguro. Son años y años
de experiencia acumulada y lo bordan. El hardware se compone de una pantalla de
4,2 pulgadas y que registra un dato que a uno le tiene fascinado: una de la
densidad de píxeles por pulgada más elevada del segmento. Estamos hablando de
356 ppi (para que te hagas una idea, la pantalla Retina del iPhone 5 cuenta con 326 ppi), una clara apuesta del fabricante por el
mercado del ocio y el entretenimiento en este dispositivo. En el resto de
especificaciones el Z10 pasa de puntillas con respecto a los rivales: no
destaca en nada en especial, pero tampoco se queda atrás. Tal vez sea debido a
que el gran avance, la rutilante estrella de la jornada y la que puede hacer
resurgir al fabricante de sus cenizas sea BlackBerry 10, su renovada
plataforma.
Un combinado de lujo (BB10+Z10) para unos tiempos tempestivos. No lo va a tener fácil el equipo de Thorsten Heins con una cuota de mercado en pleno declive y con un mercado financiero que ha recibido muy fríamente la ambiciosa apuesta del fabricante (las acciones cayeron a plomo mientras el CEO de BlackBerry iba destilando los anuncios), posiblemente debido al retraso en la comercialización de los productos en Estados Unidos, pero también por un exceso de expectativas trabajadas a golpe de maza por BlackBerry durante todos estos meses. Ahora les queda confiar en que producto y plataforma contarán con el respaldo de los usuarios y todo en torno a Z10 (y BB10), unas siglas con las que BlackBerry forja su propio futuro.
[Más información: New York Times, TheGlobeAndMail]
Un combinado de lujo (BB10+Z10) para unos tiempos tempestivos. No lo va a tener fácil el equipo de Thorsten Heins con una cuota de mercado en pleno declive y con un mercado financiero que ha recibido muy fríamente la ambiciosa apuesta del fabricante (las acciones cayeron a plomo mientras el CEO de BlackBerry iba destilando los anuncios), posiblemente debido al retraso en la comercialización de los productos en Estados Unidos, pero también por un exceso de expectativas trabajadas a golpe de maza por BlackBerry durante todos estos meses. Ahora les queda confiar en que producto y plataforma contarán con el respaldo de los usuarios y todo en torno a Z10 (y BB10), unas siglas con las que BlackBerry forja su propio futuro.
[Más información: New York Times, TheGlobeAndMail]
Autor: Jose Mendiola
De: http://es.engadget.com/2013/02/03/blackberry-z10-freemium/
No hay comentarios:
Publicar un comentario