miércoles, 3 de noviembre de 2021

Gestión y Administración de PyMES

1. Alcance de los sistemas administrativos

En la actualidad, los mejores sistemas administrativos trabajan con Cloud, es decir, la tecnología de la nube.

Por ello, almacenan toda la documentación e información en servidores remotos y no en un determinado equipo o dispositivo informático.

Esto significa que brindan la posibilidad de acceder a todos los datos desde distintos dispositivos y, también, desde diferentes lugares, lo cual es sinónimo de un sólido control operacional a distancia.

Sin duda, esta flexibilidad puede convertirse en un factor clave para el éxito de tu PYME, ya que te permitirá seguir de cerca las transacciones y operaciones siempre que lo necesites, detectando a tiempo cualquier deficiencia o problema.


Gracias a la implementación de una sólida solución tecnológica, cada hora de trabajo en tu negocio será mucho más productiva.

Esto se debe a que los sistemas adoptan tareas contables y administrativas que tradicionalmente se hacían de forma manual y las ejecutan con mayor grado de efectividad y en menor tiempo.



A su vez, esto libera de una importante caga laboral a tus colaboradores, por lo cual pueden dedicar mayor esfuerzo y atención a aspectos relacionados con la planeación, la supervisión y la estrategia. 

2. Manejo inteligente del inventario

¿Eres de esos emprendedores que gestiona el inventario con base en la observación y los conteos manuales? Entonces, ¡llegó la hora de evolucionar!

La realidad es que un área clave como esta, de la que depende la rentabilidad y la estabilidad operativa, necesita ser manejada de forma inteligente y optimizada.

Para eso, es importante que desarrolles una o varias técnicas de administración de inventario concretas y efectivas.
Una de estas es el sistema ABC, que consiste en clasificar la existencia del almacén en 3 segmentos o grupos, denominados A, B y C.

El A es aquel que reúne la mercancía que agrupa la mayor inversión y que, por lo tanto, demanda más cuidado y minuciosidad, mientras que el B está conformado por productos y artículos de mediano valor, que requieren de menor rigurosidad en su manejo.

Por otro lado, el grupo C es el de artículos de bajo valor o que, debido a sus dimensiones y características, son muy poco propensos a daños o pérdidas, por lo cual su control es muy sencillo y práctico.

Otra metodología muy practicada es la CEP, que se basa en estadísticas para determinar la cantidad justa de mercancía que se necesita para la estabilidad financiera y operativa del negocio.

Independientemente de la técnica que apliques, la misma puede ser más precisa si cuentas con un sistema administrativo como los ERP, que suministran datos de interés en tiempo real.

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