Gestión y Administración de PyMES

Transportación de productos de inventario.

¿Qué son los inventarios?

No contar una gestión optimizada a las necesidades de tu empresa puede significar una pérdida financiera y poner en peligro su permanencia en el mercado. Empecemos por lo básico y repasemos una cuestión básica: ¿qué son los inventarios?

Los inventarios son todos los bienes que posees –productos y materias primas– que tendrán un uso futuro para satisfacer la demanda de tus clientes, ya sea a través de la producción de nuevos productos o la venta directa de los mismos.

En términos de contabilidad, también nos referimos al inventario como la relación detallada de todos estos bienes antes mencionados que sirve para responder la pregunta: ¿con qué cuenta mi empresa en un cierto momento para satisfacer la demanda de mis clientes?

Concretamente, los inventarios representan un activo ¡son parte de tu capital económico!, por esta razón necesitan una correcta administración. Sobre todo, si consideramos que, como veremos luego, pese a ser un activo, su gestión implica costos.

¿Sabías qué…?

Un buen control de inventarios te preparará para un posible crecimiento en tus operaciones al ofrecerte indicadores para saber el estado financiero de tu PYME.

Para evitar la quiebra de tu empresa, te recomendamos descargar nuestro e-book gratuito en donde encontrarás consejos muy útiles para prevenir estos riesgos.

Gerente de empresa enseñando los diferentes tipos de inventarios.

¿Qué tipos de inventarios existen y cómo se clasifican?

 El primer paso para establecer un control adecuado de tus inventarios es conocer los tipos de inventarios que existen para identificar cuáles tienes y cuáles son los más adecuados para tu negocio.

Los inventarios de una empresa varían de acuerdo al giro o industria a la que pertenece, así como a las necesidades y actividades de la misma.

No es lo mismo contar con un almacén que tiene una rotación mensual a manejar productos perecederos que tienen movimiento diariamente.

Es por ello que los inventarios se clasifican de la siguiente manera:

Inventarios según el momento

Inventarios según la logística

Inventarios según la periodicidad

Inventarios según la forma

Inventarios según el momento

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Inventarios.

La importancia del control de inventarios 

Los inventarios pueden ser fácilmente catalogados como el corazón de las empresas, sin importar se trate de una PYME o de una gran compañía transnacional, pues sustentan su principal actividad: la compra y venta de productos y servicios. En otras palabras, estos activos son la sangre de tu negocio y el mejor indicador del estatus de tus finanzas.

Si bien hay numerosas razones para darle importancia al control de inventarios, una de ellas es que de su flujo y aprovechamiento depende tu capacidad de atender la demanda, y, por ende, tus ganancias. Además, su mal manejo genera pérdidas que pueden comprometer la existencia de tu negocio.

Así pues, el control de inventarios es uno de tus mejores consejeros a la hora de tomar decisiones de negocios y de implementar procesos que mejoren tu rentabilidad. Por ello, el tener finanzas sanas que se reflejen en un eficiente control de inventarios es fundamental para el éxito de tu empresa.

Pese a esto, el control de inventarios pocas veces recibe la atención debida en las micro, pequeñas y medianas empresas. De hecho, la mayoría ni siquiera cuenta con alguna clase de registro, política o sistema para realizar esta tarea.

Todo lo anterior cobra gran relevancia si se toma en cuenta que solo el 10% de las PYMES alcanzan los 10 años de vida y el 75% de ellas fracasa antes de los 2 primeros años, según datos difundidos por el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial.

Por lo que esta información te será de gran utilidad, empezando por qué son y cuáles son los diferentes tipos de inventarios, para pasar a conocer las consecuencias del mal manejo de estos, hasta conocer cómo implementar un sistema de control de inventarios efectivo.

Importancia de los proveedores en los inventarios

Antes de continuar, hacemos énfasis en uno de los aspectos claves de la administración de inventarios: la relación entre tu PYME y sus proveedores. Una relación que debe ser la de socios que impulsan mutuamente su competitividad.

Para lograrlo, ambas partes deben de ser capaces de compartir información e innovación tecnológica. Después de todo, una buena relación comercial puede traerte grandes beneficios, tales como:

Obtención de materias primas o productos de mejor calidad, a mejor precio y con opciones de crédito.

Una logística de entrega más afín a tus tiempos y requerimientos

Productos de novedad, mejorados o que presentan una innovación que puede beneficiar a tu negocio.

Como ves, los proveedores son un actor clave para tu empresa; fincar una buena relación comercial siempre será positivo para un negocio que aspire a crecer. De ahí la importancia de cuidar a tus proveedores y tener especial cuidado en su selección.

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A continuación, te daremos consejos para la gestión de recursos humanos en tu compañía.

4. Mantente siempre presente

Dirigir una empresa no solo implica la gestión de recursos humanos, también significa manejar las cuentas por cobrar, informes de operación, ventas, mercadotecnia, obligaciones fiscales y una gran cantidad de cosas.

Sin embargo, para que tu negocio pueda prosperar, es vital que tus empleados te vean como una persona accesible y que está dispuesta a ofrecer una ayuda oportuna y eficaz siempre que sea necesario.

5. Aprende todos los días

Así como la tecnología y las innovaciones están en constante movimiento y requieres actualizarte constantemente para mantenerte al día y poder impulsar los resultados de tu negocio, también debes aprender regularmente sobre la gestión de recursos humanos y cada uno de tus colaboradores.

Y es que nuevas metodologías podrían ayudarte a aumentar la productividad de tus equipos o nuevas técnicas a mejorar el reclutamiento de tus empleados.

Sin duda, una formación constante e integral tanto para ti como para todos los profesionales de tu nómina, es clave para aumentar tus ganancias y conquistar tus metas de negocio.

6. Define tus políticas según resultados

Por último, pero no menos importante, para optimizar tu gestión de recursos humanos necesitas ajustar tus políticas empresariales, de tal forma que estén orientadas en los resultados que se busquen.

Esto quiere decir que las decisiones de la compañía deberán tomarse siempre con base en los indicadores que consideres necesarios para tu negocio.

Si tus números van en aumento, quiere decir que tus estrategias funcionan y, en caso de que sea lo contrario, entonces tendrás las herramientas para encontrar dónde está la falla y cómo se debe resolver.

Esto, sin duda, impactará positivamente la productividad de tu empresa y la satisfacción de tu personal, puesto que cada individuo tendrá claro qué meta debe cumplir y sabrá que está en sus manos crecer dentro de la organización.

Ten presente que el talento humano es quien mueve a tu compañía y que es importante que todos los profesionales que integren tu equipo de trabajo se desarrollen, confíen en tu proyecto y busquen ser mejores cada día.

Todo esto lo lograrás si comunicas claramente los objetivos de tu organización, dedicas tiempo a conocer a tus empleados, eres coherente con tus decisiones, buscas instruirte todos los días sobre cosas nuevas y orientas la operación de tu empresa hacia los resultados.

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A continuación, te daremos consejos para la gestión de recursos humanos en tu compañía.

1. Conoce a detalle a tus colaboradores

Difícilmente podrás mejorar algo que no conoces a profundidad. Por ello, lo primero que deberás hacer es analizar quiénes forman parte de tu empresa, qué puestos desempeñan, cuáles son sus habilidades y áreas de oportunidad y cómo ha sido su desempeño en el puesto que cubren.

Estudiar el rendimiento laboral de cada uno de tus empleados, será vital para que descubras si hay individuos que tienen una posición equivocada.

Ten presente que es igual de dañino para tu negocio tanto que un profesional altamente capacitado realice actividades rutinarias y que requieren de poca estrategia, como que alguien con poca experiencia o con carencias en su formación se encargue de tareas o proyectos de gran magnitud.

Si logras que cada colaborador cuente con responsabilidades acordes a su perfil, tu empresa crecerá rápidamente y tus empleados se mantendrán motivados y satisfechos con su trabajo.

2. Comunica de forma efectiva tus planes y metas

La gestión de recursos humanos no solo implica contrataciones, despidos y solicitudes de vacaciones o incapacidad, sino que también es fundamental para que la nómina de tu empresa comprenda el porqué de su trabajo diario.

Esto quiere decir que, si diriges una empresa, debes tener claro cuáles son las metas a corto, mediano y largo plazo para tu organización y los pasos que se deben seguir para alcanzarlas, de tal forma que puedas comunicarlas a los equipos de trabajo de tu compañía.

Solo de esta manera, quienes colaboran contigo comprenderán la importancia de su trabajo y estarán alineados a tus propósitos, lo que hará mucho más sencillo que puedas lograrlos.

3. Actúa de forma coherente en tus decisiones

Aunque una de las metas de la gestión de recursos humanos es que el ambiente siempre sea sano y cordial entre los colaboradores de una empresa, no hay forma de evitar que existan algunos conflictos entre compañeros o departamentos.

Ante esto, es muy importante que siempre mantengas la objetividad y, sobre todo, que tus decisiones sean coherentes con lo que tu empresa representa y lo que tú como director quieras comunicar de tu persona.

Por esa razón, la justicia, la calma, la empatía y otros valores deben estar siempre presentes y deben guiar la forma en la que resuelvas los problemas.

Recuerda que las preferencias personales no deben tener cabida en el ámbito profesional.

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Es imprescindible para toda empresa que quiera caminar fluidamente, tener a las personas correctas en el lugar correcto, pero ¿cómo lograrlo?

Es una pregunta muy frecuente entre las Pymes y aquí te damos unas sugerencias para reclutar personal más capacitado y eficiente para tu empresa.

Define el puesto de trabajo y sus funciones

Lo primero que debes tener en claro es el nombre del puesto y definir detalladamente sus funciones, en base a esto podrás definir el perfil del puesto que necesitas y filtrar a las personas que no cumplen con el perfil desde el principio.

Siempre piensa por adelantado

Incluso si no estás en condiciones de contratar a alguien en este momento, debes pensar en la persona que tal vez necesites en seis o doce meses más, y comenzar a buscar candidatos e iniciar con tiempo tu proceso de selección de personal.

Busca en las bolsas de trabajo

Por ejemplo, un lugar apropiado para encontrar empleados a nivel de entrada o administrativos son las bolsas de trabajo de las universidades. 

Estas pueden ayudarte a buscar personal fijo o a veces te pueden poner en contacto con pasantes que trabajan en forma gratuita. Otro excelente lugar son las redes sociales.

Invierte

Ofrecer malos sueldos es una muy mala idea; existen muchas empresas que tienen en su cultura corporativa el hacer ofertas iniciales a los candidatos muy bajas y por debajo de mercado, siempre con la previsión de una contraoferta que aumentaría esta oferta. 

Puede sonar bien en la teoría, pero existe un riesgo y es que el candidato se sienta subestimado, e infravalorado y termine por irse.

Tómate tu tiempo y compara

Contratar a alguien con prisa hará que corras el gran riesgo de equivocarte, trata de ver al menos unas 3 opciones diferentes antes de decidirte por un candidato.

Vende el puesto

Para poder atraer a los mejores talentos el director de recursos humanos debe hacer un puesto de trabajo atractivo para que el aspirante se sienta incentivado para trabajar en tu empresa.

Si diriges un negocio y quieres hacerlo crecer con éxito, además de que buscas optimizar tus procesos y generar mayor rentabilidad, debes saber que la gestión de recursos humanos es clave para lograrlo.

Y es que, si quieres mejores resultados, deberás mantener a tu equipo motivado, mejorar la productividad de los departamentos, contar con un clima organizacional saludable y elegir de forma certera al talento que se une a tu nómina.