MIENTRAS ESTUDIAS
Asigna el tiempo necesario de
estudio para hacer todas las cosas que necesites antes del examen (Ej., revisar
material de estudio, hacer esquemas, repasar los temas, etc.).
Revisa frecuentemente el
material. Así aumentarás la confianza en ti mismo.
Establece metas de estudio y
afróntalas de una en una para no saturarte.
Hacer los repasos con la
técnica apropiada: leer tratando de memorizar esquemas y resúmenes, escribir lo
que se recuerda sin el material delante, desarrollar el tema esquematizado de
forma oral o escrita, consultar, si es necesario, los apuntes o el libro,
hacerse preguntas como si se hiciera un examen simulado, empleo de mnemotecnias
para memorizar conceptos difíciles, y espaciar los repasos en el tiempo.
Si te sientes nervioso, trata
de relajarte con alguna de las siguientes técnicas:
Respiración abdominal.
Tensa y relaja diferentes grupos musculares.
Por ejemplo, tensa los hombros durante pocos segundos y a continuación déjalos caer. Siente la sensación de relax que esto produce y aprende a identificar estados de tensión de los músculos para relajarlos seguidamente.
Si, aparecen pensamientos distractores y recurrentes que amenazan tu concentración y/o autoestima (ej., ”voy a suspender”, “no me va a dar tiempo”, “no voy a ser capaz”, etc.), puedes sustituirlos por respuestas racionales (ej., “tengo la capacidad de aprobar”, “sólo necesito trabajar más”, etc.), pensamientos que te ayuden a manejar el estrés (ej., “un poco de activación me puede ayudar”, “así lo haré lo mejor que pueda”, etc.) y pensamientos que te ayuden a mantenerte concentrado (ej., “puedo responder a la pregunta si elaboro la respuesta en pequeños subapartados”).
Si estas estrategias no te funcionan, anota los pensamientos en
un papel y sigue trabajando bajo la “promesa” de que después te ocuparás de
ellos.
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